Dublín en dos días

Si estás buscando el próximo destino para realizar un viaje, Dublín puede ser una buena opción. Pero, ¿qué podemos visitar en Dublín en solo dos días? La capital de la República de Irlanda está llena de vida y, sobre todo, de música.

Al principio la ciudad puede parecer algo gris ya que cuenta con edificios industriales y quizás la lluvia no ayude mucho a verla en todo su esplendor pero os aseguro que si os fijáis un poco, veréis que es una ciudad llena de detalles sorprendentes y edificios históricos muy interesantes.

A la gente que viene a Dublín siempre les recomiendo que la conozcan caminando, ya que considero que así es como realmente conoces una ciudad. También recomiendo subirse en uno de sus autobuses, sentarse en el piso superior, mejor aún si es en la primera fila, y disfrutar de otra perspectiva , a otra altura.

¿Qué es lo imprescindible? Si tan solo tienes un fin de semana para disfrutar de esta ciudad, intenta aprovechar el tiempo al máximo. ¡Aquí van algunas recomendaciones! ¡Toma nota!

Primer día

1. Trinity College

Empecemos nuestro recorrido en un punto intermedio y de sobra conocido: el Trinity College.

La universidad más prestigiosa de Irlanda ha acogido a alumnos tan notables como el político Edmund Burke o escritores como Oscar Wilde, Samuel Becket , John Boyne y Anne Enright. Tras cruzar la entrada principal (College Green), lo primero que vemos es el campanario o ‘Campanile’, una torre que a menudo evitan los estudiantes, ya que cuenta la leyenda que el alumno que pase por debajo de ella mientras suenan las campanas, suspenderá los exámenes.

Campanile en Trinity College. Imagen: Alba Nóvoa González

El complejo del Trinity cuenta también con una galería de ciencias (Science Gallery), una galería de arte (The Douglas Hyde Gallery), museos (como el Ecological Museum o el Zoological Museum) y zonas verdes, desde parques hasta pistas para practicar deportes como el tenis o el rugby e incluso pubs irlandeses (Kennedy´s Pub o The Lincoln´s Inn). Pero, sin duda, lo más importante del Trinity es su biblioteca, que alberga el ‘Book of Kells’, un manuscrito del siglo IX que contiene los cuatro evangelios del Nuevo Testamento escritos en latín y al que se considera uno de los libros más antiguos y famosos del mundo. Y, por supuesto, la ‘Long Room’, una impresionante sala con 200.000 libros antiguos que no dejará indiferente a ningún viajero.

2. Grafton Street

Tras visitar la universidad, nuestro recorrido continúa por una de las principales calles peatonales de Dublín. Grafton Street es famosa por ser una calle comercial con cadenas de lujo como Brown Thomas o locales emblemáticos como Bewley´s y también por las actuaciones musicales que se suceden a lo largo de la vía.

Gente paseando en Grafton Street. Imagen: Alba Nóvoa González

¡No os olvidéis de visitar a la famosa Molly Malone en una de las bocacalles! Pescadera de día y prostituta de noche, Molly es otro de los símbolos de la ciudad y una de las protagonistas del himno no oficial de Dublín.

Ya al final de Grafton, nos encontramos con el centro comercial de Stephen´s Green, que merece una visita solo por ver el interior del edificio.

3. St.Stephen´s Green

Tras el bullicio del centro comercial, podemos buscar la tranquilidad en el parque St. Stephen´s Green. Este pulmón verde en pleno centro de Dublín ha sido escenario de acontecimientos históricos. Cuenta con monumentos como el Arco de Fusileros, el homenaje a las víctimas de la Gran Hambruna o el busto de James Joyce, además de un lago y multitud de árboles, plantas y pájaros.

Flor en St. Stephen´s park. Imagen: Alba Nóvoa González

4. Merrion Square y alrededores

La zona de St.Stephen´s Green se caracteriza por edificios de estilo georgiano que continúan hacia Merrion Square, la plaza en la que encontramos la estatua de Oscar Wilde. El escritor vivió en esta zona, al igual que otras importantes personalidades como W.B.Yeats.

La plaza está rodeada de edificios públicos, oficinas, un parque que se convierte los fines de semana en una galería de arte al aire libre y museos. En la ‘National Gallery’, podemos ver una colección de pinturas de Caravaggio, Tintoretto, Goya o Jack B. Yeats, entre muchos otros, y en el ‘Museum of Natural History’ hay una amplia exposición del mundo animal. La entrada a ambos museos es gratuita.

5. El río Liffey

Si no estás cansado, te recomiendo que continúes el recorrido hacia el río Liffey, que divide la ciudad en dos. Podemos cruzarlo a través de varios puentes. Entre los principales están, a un lado, el famoso Samuel Beckett, con forma de arpa, y al otro, el Ha`Penny Bridge, llamado así porque costaba medio penique el billete del ferri que trasladaba a la gente de una orilla a otra.

Samuel Beckett Bridge. Imagen: Alba Nóvoa González

En medio de ambos puentes, otro famoso: el de O´Connell, que conecta con O´Connell Street, otra de las principales zonas de la ciudad. De nuevo, entre los restaurantes y tiendas, se mezclan estatuas y monumentos como el Spire, una especie de aguja de 120 metros, y la oficina de correos, donde se proclamó la República de Irlanda.

6. Temple Bar

Las noches en Dublín tienen que terminar con una buena pinta entre nuestras manos. Una de los lugares más típicos para ello es Temple Bar, la zona más marchosa de Dublín. Hablamos de un barrio bohemio con galerías de arte, librerías, tiendas de discos y de productos artesanales. Temple Bar también tiene multitud de restaurantes donde reponer fuerzas y pubs que ofrecen actuaciones musicales en directo.

Descansa y déjate llevar por la música irlandesa. Y recuerda brindar con un ‘Cheers’ o, en gaélico, ‘Sláinte’ (la pronunciación es algo así como ‘esloncha’).

Actuación musical en un pub irlandés. Imagen: Alba Nóvoa González

Segundo día

7. Castillo de Dublín y alrededores

En otra de las avenidas principales de Dublín, en Dame Street, está el ‘City Hall’ o Ayuntamiento que tardó diez años en construirse y fue uno de los puntos de reunión para discutir asuntos comerciales. Al lado de este edificio, otro aún más antiguo, el castillo de Dublín. Se trata de una construcción del siglo XII localizada en lo que anteriormente fue un asentamiento vikingo. El castillo sufrió un incendio y tuvo que ser reconstruido. Hoy en día alberga oficinas gubernamentales aunque puede visitarse.

Castillo de Dublín. Imagen: Alba Nóvoa González

Visitado el castillo, una buena opción es pasear por los jardines situados hacia el sur, donde destacan los motivos espirales y las esculturas conmemorativas. Además, en una de las salidas de los jardines, se sitúa la Chester Beatty, una biblioteca de entrada libre donde encontramos colecciones de libros impresos, grabados y manuscritos de diferentes épocas y países, entre ellos, Egipto, China, India o Japón.

8.Christ Church cathedral, St. Audoen´s church y Saint Patrick´s cathedral

Cerca del castillo, nos encontramos con tres iglesias muy conocidas. Christ Church Cathedral fue originalmente una iglesia vikinga y de su visita destacan la nave, la cripta, con un gato y un ratón momificados (más conocidos como Tom y Jerry) y sus 19 campanas.

St. Audoen´s church. Imagen: Alba Nóvoa González

St. Audoen´s Church es, en cambio, la única parroquia medieval que queda en la ciudad y está dedicada a San Ouen, obispo de Rouen y patrón de Normandía. En su interior, unos paneles explicativos nos cuentan su historia y cómo una explosión acabó dañando la torre que fue, finalmente, reconstruida. Fuera de la iglesia, un patio con arcos medievales en ruinas y un pequeño parque.

Interior Saint Patrick´s cathedral. Foto de Instragram: @irelandventures

Por último, si cambiamos el rumbo, muy cerca podemos ver la famosa Saint Patrick´s cathedral, donde está enterrado Jonathan Swift. Muy cerca de la catedral, San Patricio bautizó a los cristianos conversos. La visita a la iglesia se acompaña con actividades didácticas y si estás de suerte, podrás incluso escuchar a los niños del coro que cantan en los servicios religiosos.

9. Fábrica Guinness

Una de las atracciones turísticas de la ciudad es la fábrica Guinness, donde se conoce todo el proceso de elaboración de la cerveza negra. Con diferentes plantas temáticas, la fábrica cuenta la historia de la cerveza y dedica una planta al mundo de la publicidad. Aquí podrás aprender a tirar tu propia Guinness y disfrutar de las vistas de la ciudad.

Reloj en la fábrica Guinness. Imagen: Alba Nóvoa González.

10. Phoenix Park

Por último, si hace buen día te aconsejo que termines la visita a esta ciudad con un paseo por el Phoenix Park. Se trata de uno de los parques urbanos más grandes de Europa. Entre los detalles curiosos de esta zona están que en ella se encuentra la residencia del presidente de Irlanda y uno de los zoológicos más antiguos del mundo. Además, en el parque viven varios ciervos que gustosamente se dejan alimentar.

Uno de los ciervos de Phoenix Park. Imagen: Alba Nóvoa González.

Y aquí termina nuestro recorrido. Si consigues hacerlo entero… ¡enhorabuena! Significará que habrás visto buena parte de la ciudad.

Espero que tu fin de semana merezca la pena pero también espero que vuelvas de nuevo a Dublín porque te aseguro que esta ciudad tiene mucho por descubrir. ¡En el próximo post te cuento más!